La industria vende adicción disfrazada con sabores

La industria del tabaco no vende solo nicotina. Vende adicción, enfermedad y muerte envueltas en sabores como chicle, mango y mentol. Pero estos sabores no son inofensivos. Engañan a los jóvenes invitándolos a probar productos altamente adictivos y haciendo que dejarlos sea mucho más difícil.

Las grandes tabacaleras han dedicado décadas a perfeccionar esta trampa. Investigaron cómo los sabores disminuyen la irritación que produce la nicotina. Estudiaron qué sabores atraen más a los adolescentes. Llenaron vapeadores, bolsas de nicotina, tabaco para mascar y cigarrillos mentolados con sabores dulces y refrescantes y salieron a promocionarlos en las comunidades.

Lo llamemos por su nombre: un plan fríamente calculado para enganchar nuevos consumidores y reemplazar los que habían perdido.

El juego de mal gusto de las grandes tabacaleras

En el pasado, las grandes tabacaleras utilizaron doctores y celebridades para vender cigarrillos. Ahora, usan sabores, publicidad en redes sociales, influencers y dispositivos con diseños sofisticados para atraer a los jóvenes.

Las publicidades de mentol siguen promoviendo la mentira de que su efecto refrescante hace que fumar sea menos peligroso. Los cigarrillos electrónicos invaden los feeds de las redes sociales con diseños coloridos y nombres de dulces conocidos. Estas no son solo estrategias de marketing, son trampas.

Las tácticas de las grandes tabacaleras han evolucionado, pero su objetivo no ha cambiado: enganchar a las personas cuando son lo más jóvenes posible, mantener su adicción y enriquecerse con su sufrimiento.

A quiénes apuntan

Las grandes tabacaleras no hacen publicidad en forma aleatoria. Escogen su objetivo y disparan con fuerza.

  • Comunidades de raza negra: por décadas, las compañías tabacaleras promocionaron los cigarrillos mentolados con descuentos, anuncios publicitarios y patrocinios. Hoy en día, cerca del 90 % de las personas de raza negra que fuman, consumen cigarrillos con mentol.
  • Comunidades hispanas: las compañías tabacaleras han colocado anuncios publicitarios en español en vecindarios hispanos, han hecho donaciones a programas de becas para comunidades hispanas y latinas y han usado nombres como Rio y Dorado para marcas de cigarrillos para que parezca que estos productos son parte de la cultura hispana. En Colorado, el 20 % de los hispanos que fuman, eligen productos mentolados.
  • Comunidades LGB+: las compañías de tabaco pusieron anuncios publicitarios en revistas LGBTQIA+, regalaron mercancía y patrocinaron eventos del Orgullo Gay. Como resultado, el 27 % de los adultos LGB*+ consumen cigarrillos mentolados en comparación con solo el 17 % de los adultos heterosexuales.
    *Debido a limitaciones en nuestros sistemas de vigilancia, estos datos solo reflejan las tasas de consumo de tabaco entre personas lesbianas, gays y bisexuales. Estamos comprometidos a servir y promover la equidad en salud para todas las personas LBGTQ+.
  • Jóvenes: la industria depende de los adolescentes para reemplazar a los fumadores adultos. Diseñan sabores, dispositivos y publicidades para atraer a los más jóvenes y convertirlos en consumidores frecuentes.

Los sabores aumentan la adicción y hacen que dejar el tabaco sea más difícil, perjudicando a los mismos grupos que la industria ha tenido en su mira por décadas. Quitar estos productos del mercado protege a las personas que más han sido explotadas por las grandes tabacaleras.