En las familias latinas, la familia lo es todo. Nuestros papás, abuelos, tías, tíos y primos forman parte de quienes somos. Nos dan amor, fuerza y apoyo. Por eso dejar el tabaco, ya sea fumar, vapear o mascar, puede ser más fácil cuando tu familia te apoya. No tienes que hacerlo solo. Y no deberías hacerlo solo.
Dejar el tabaco no es fácil. Requiere valentía, paciencia y práctica. A veces tu mamá, tu abuela o tu tía te pueden decir una y otra vez que lo dejes. Puede parecer que no entienden lo difícil que es. Pero te lo dicen porque te quieren. Están preocupadas. No quieren perderte.
Les preocupa porque el tabaco puede hacer mucho daño a la salud. El tabaco no solo causa cáncer, también puede causar: problemas del corazón, problemas en los pulmones, derrames cerebrales, diabetes. Incluso personas que no fuman, como bebés o abuelitos en casa, pueden enfermarse por el humo de segunda mano.
Las compañías de tabaco quieren que la gente siga adicta. Ponen anuncios en vecindarios latinos, en festivales y en las tiendas de la esquina. Usan colores llamativos e imágenes felices para vender algo peligroso. Han gastado millones de dólares en dinero para que la gente use tabaco. Pero tú puedes decir “ya basta”. Recupera tu salud y tu dinero. Usa esos dólares para ti y tu familia, no para una gran empresa de tabaco.
Tal vez te sientas mal por fumar. Tal vez sientas que no puedes hablar con nadie. Pero recuerda: esto no es tu culpa. Las compañías de tabaco trabajaron duro para engañar a la gente. Tú no eres débil, eres fuerte.
Si todavía no estás listo para hablar con tu familia, está bien. Puedes pedir ayuda de forma privada. Llama a CO Sin Tabaco. Es gratis y confidencial. Hablan inglés y español. Puedes hablar con alguien que te entienda a ti y a tu cultura. Ellos te ayudarán a: hacer un plan, controlar los antojos, mantenerte fuerte, sentirte acompañado.
No tienes que dejarlo todo de golpe. Solo da el primer paso. Tal vez aún veas a personas fumando en la gasolinera o en las fiestas familiares. Y está bien. Cada vez que dices “no” al tabaco, te haces más fuerte. Estás eligiendo salud, esperanza y tu futuro.
Dejar el tabaco no solo se trata de dejar una adicción. Se trata de: amarte a ti mismo, amar a tu familia, sentirte orgulloso de tu fuerza. Tú puedes lograrlo. Tu familia lo vale. Y tú también.