Nos mantenemos firmes y nos cuidamos solos
Las comunidades rurales y de zonas fronterizas son más perjudicadas por el tabaco y la nicotina que muchos otros grupos o comunidades. La gente que vive en zonas rurales consume más tabaco que la que vive en áreas urbanas. También experimentan tasas más altas de problemas de salud relacionados con el tabaco y la nicotina.1 De hecho, la tasa de mortalidad por cáncer de pulmón de los habitantes de zonas rurales es un 18-20 % mayor que la de los habitantes de áreas urbanas.2
La razón por la cual nuestras comunidades son las que más sufren los efectos del tabaco es evidente. Por décadas, la industria del tabaco se ha concentrado en promover sus productos entre los hombres jóvenes de zonas rurales. Por más de 40 años, la colosal tabacalera Philip Morris (ahora Altria) usó su personaje del Hombre Marlboro para presentar sus productos mortales asociándolos con la independencia salvaje del Lejano Oeste de Estados Unidos. La industria ha utilizado otras imágenes, como vaqueros, cazadores y pilotos de autos de carrera para vender cigarrillos y tabaco para mascar3 en los medios y en eventos como rodeos.
Debido a la estrategia de las tabacaleras de enfocarse en las zonas rurales, aquí hay más gente que fuma (y que fuma más) que en las ciudades.4